Llegó el frenesí. El anuncio de ultimátum para el 17 de marzo, que en Bagdad se ha interpretado como el día en que comenzarán los ataques, ha sido el pistoletazo de salida al torbellino de preparativos de los periodistas. Por lo pronto, cambiarse de hotel. El famoso Rashid, el más caro y lujoso de la ciudad, ha perdido su atractivo.

Nadie sabe por qué, pero parece que no va a ser un buen sitio para estar en esta guerra que viene. Unos dicen que porque es objetivo de los EEUU; otros porque está rodeado de ministerios que sí van a ser bombardeados y la onda expansiva alcanzará al hotel. "La señal que ha dejado claro que el Rashid no es seguro es que los periodistas de EEUU se van a otro hotel. Por algo será", dice un periodista español.

MOVIMIENTO EN BAGDAD

Así que todos tras los estadounidenses. O sea, al hotel Palestina. La CNN ha alquilado dos plantas, y Reuters, 30 habitaciones.

También hay que comprar un generador de electricidad para cuando se corte la luz; hay que hacer acopio de agua y comida; hay que localizar un hospital cercano. Y lo más complicado: renovar el visado, que sólo dura 10 días.

Irak es el único país donde los periodistas deben pagar por estar: 125 euros (casi 21.000 pesetas) al día por persona y 100 por el satélite. Como hay que anotar en una hoja el número de serie de los billetes de dólar con que se paga, la operación es interminable. Antes, la cuenta se pagaba antes de salir del país. Ahora y temiendo que el régimen se acaba, los funcionarios están obsesionados con que se pague de inmediato.