El nuevo Gobierno de Romano Prodi, que hereda cinco polémicos años administrados por los conservadores de Silvio Berlusconi, tomó posesión ayer tras lograr aunar todas las tendencias progresistas. Hoy mismo se presentará ante el Senado, donde cuenta con una mayoría de tan solo dos votos para lograr la confianza definitiva. Con 25 ministros --uno más que en el Gabinete de Berlusconi-- el Ejecutivo de Prodi salvó la alquimia de una coalición de 14 grupos y partidos, fue aplaudido por el sistema bancario y comercial y recibió críticas por la escasa representación femenina.

Los comunistas radicales, que participan en el Gabinete, lo definieron como "el Gobierno de Maastricht". "Es un equipo homogéneo, para durar toda la legislatura", comentó Prodi, finalmente sonriente después de tres semanas de tensas negociaciones con la coalición de partidos que ganaron las elecciones de abril con solo 24.755 votos de ventaja.

TRANQUILIDAD ECONOMICA El Gabinete confirmó las filtraciones de la víspera sobre la presencia de dos vicepresidentes, el excomunista Massimo d´Alema, de los Demócratas de la Izquierda (DS), y el moderado Francesco Rutelli, de La Margarita, titulares respectivamente también de las carteras de Exteriores y de Cultura. El peso fuerte del Ejecutivo, el único anunciado tres semanas atrás probablemente para enviar una señal de confianza a los ambientes económicos, es Tommaso Padoa Schioppa, exconsejero del Banco Central Europeo. La cartera de Interior pasa al socialista y exprimer ministro Giuliano Amato, mientras que el titular del complejo sistema judicial será el moderado y exministro de Berlusconi Clemente Mastella.

Todos los grupos y partidos de La Unión lograron algún cargo: los de Refundación Comunista se ocuparán de Políticas Sociales y los comunistas del PdCI, de Transportes. El exmagistrado de Manos Limpias Antonio di Pietro será el titular de Infraestructuras, quizá porque constituye el sector más acosado por la corrupción. Después de ser suprimido con un referendo popular, Prodi resucitó el Ministerio de Turismo, ámbito que carecía de un punto de referencia nacional en un país que tiene el 51% de las obras de arte del mundo. Desde un punto de vista geográfico, el Gobierno tiene una representación equilibrada, a excepción de Sicilia, que ha sido olvidada.

Tras haber prometido el 30% de mujeres en el Ejecutivo, Prodi zanjó la presencia femenina con seis ministras, aunque solo una de ellas --Livia Turco-- tiene cartera, la de Sanidad. Las demás fueron nombradas sin cartera para encargarse de Asuntos Comunitarios (Emma Bonino), Jóvenes y Deportes (Giovanna Melandri), Igualdad de Oportunidades (Barbara Pollastrini), Asuntos Regionales (Linda Lancilotta) y Familia (Rosy Bindi).

"SOLO LAS MIGAJAS" "A las mujeres les dejaron solo las migajas y además solo problemas sociales y familiares", rezó un furibundo comunicado de la Fundación Bellisario, de talante progresista. "Estoy indignada", explicó Valeria Ajovalasit, presidenta del poderoso lobi Archidona, también progresista.

El Gabinete de Prodi se presentará hoy ante el Senado para obtener el voto de confianza más difícil de la historia de la República italiana, ya que la coalición progresista cuenta con solo dos votos de ventaja. Eso exige que todos los senadores de La Unión estén presentes, aunque podría recibir un apoyo decisivo de cuatro senadores vitalicios --sobre siete--, orientados a votar el centroizquierda.

Entre ellos está la neurobióloga y premio Nobel de Medicina, Rita Levi Montalcini, de 97 años de edad, que durante las reñidas votaciones para elegir presidente de la Cámara alta, aguantó hasta las tres de la madrugada y dijo "divertirse un montón".