Por separado y en pleno conflicto, Rusia y Ucrania garantizaron ayer que el suministro de gas a Europa no se verá afectado por la disputa que ambos países mantienen sobre los precios del carburante. Pero estas tranquilizadoras afirmaciones no concuerdan con otras manifestaciones. Rusia acusó a Ucrania de robar el gas destinado a Europa y Ucrania replicó que ha pagado los atrasos de noviembre y diciembre, pero se niega a pagar los intereses de demora. Kiev aludió como posible salida a la crisis mantener vigente el memorando suscrito por los dos Gobiernos en octubre del 2008, en el que se estipulaba la transición gradual de los precios hasta igualarse con los del mercado.

El pasado 1 de enero, el gigante gasístico ruso Gazprom suspendió el suministro de gas a Ucrania al no llegar a un acuerdo para el 2009.

Los dos contendientes tratan de involucrar a la Unión Europea en la crisis, presumiblemente en beneficio propio, y se han embarcado en una batalla mediática en la que con argumentos e informaciones contradictorias pretenden captar el apoyo de la UE. Europa, que importa de Rusia la mitad del gas que consume y el 40% de ese combustible le llega a través de los gasoductos ucranianos, anunció ayer, a través de la presidencia checa, que no intervendrá en esta discusión porque es "un asunto bilateral" entre Kiev y Moscú.

"Es bastante inaceptable para la Unión Europea que un conflicto entre dos empresas privadas (la rusa Gazprom y la ucraniana Naftogaz) pueda o deba reducir de alguna manera el suministro de gas a la UE", aseguró el portavoz de la presidencia checa de la UE, Jiri Potuznik.

El consorcio ruso Gazprom volvió a aumentar ayer a través de Bielorrusia el suministro de gas con destino a los países europeos, ya que, según denunció Serguéi Kupriánov, portavoz la compañía, "Ucrania ha reconocido abiertamente que roba gas y no se avergüenza de ello". Kupriánov añadió que el volumen del gas sustraído de los gasoductos ucranianos con destino a Europa "asciende a 21 millones de metros cúbicos", menos de un 10% del total.

El presidente de Naftogaz, Oleg Doubina, reconoció posteriormente que su compañía acababa de reducir el suministro de gas ruso a Europa hasta 21 millones de metros cúbicos por día "por motivos técnicos" aunque garantizaba el tránsito de este recurso energético. Cada día pasan por Ucrania unos 300 millones de metros cúbicos.

Ante la negativa de Kiev de aceptar la tarifa preferencial de 250 dólares por cada 1.000 metros cúbicos de gas para el 2009, el presidente de Gazprom, Alexéi Miller, anunció desafiante que en enero, el precio del carburante ruso será para Ucrania de 418 dólares, el mismo que el del mercado. El presidente de Naftogaz, Oleg Dubina, dijo que Ucrania no está dispuesta a pagar más de 235 dólares por cada 1.000 metros cúbicos.