El fuerte abrazo que Jacques Chirac y Gerhard Schröder se dieron ayer a la llegada del presidente francés a la cancillería alemana, en Berlín, fue la representación visual de lo que ambos líderes buscaban en su primer encuentro, tras el golpe asestado por los electores franceses y holandeses a la Constitución europea. Los dirigentes del eje franco-alemán dieron ejemplo ayer de europeísmo, defendiendo el proceso de ratificación contra viento y marea, apelaron al resto de países de la Unión Europea a hacer gestos en la próxima cumbre y minimizaron el hecho de que franceses y alemanes no tengan ahora la misma posición.

Durante las dos horas de reunión, Schröder y Chirac se declararon partidarios de proseguir el proceso de ratificación, ante el auge de voces que piden paralizarlo, ya que "cada país tiene el derecho y el deber" de pronunciarse sobre el Texto. "Francia es sólo un país y no puede decidir por todos", declaró el presidente francés, que acudió a Berlín, socavado por el no francés al Tratado constitucional.

ENCUENTRO EL DIA 10 Aunque ambos dirigentes volverán a reunirse el próximo día 10 en París, el encuentro de ayer sirvió para perfilar una posición común cara a la cumbre de la Unión de los próximos días 16 y 17, en la que aflorará la crisis entre los miembros de la UE. No hubo, en cambio, grandes elogios o referencias al eje franco-alemán, que ahora pasa por horas bajas. Ante la cita y el malestar general en la Unión, Schröder aseguró que "no es momento de dejar sola a Europa" y que "nunca ha sido tan importante asumir Europa".

"Sólo la UE puede garantizar la paz, el progreso, la democracia y la libertad," consideró el canciller, mientras que el presidente francés dijo que "Europa deber unirse en las próximas semanas" y, con ese espíritu, dijo creer que continuará la presidencia británica, que se inicia el 1 de julio. El primer ministro británico, Tony Blair, acudirá a Berlín el próximo día 13.

Alemania, contribuyente neto de la UE, pidió ayer flexibilidad --para la que ya se mostró su disposición-- y llamó al resto de los miembros de la Unión a "hacer un esfuerzo para resolver la cuestión financiera", cuya negociación se ha ensombrecido con la crisis política de las últimas semanas. El portavoz francés, Jer´me Bonnfont, en cambio, no quiso dar detalles cuando se le preguntó acerca de si Francia haría concesiones en la política agrícola. Las perspectivas financieras son uno de los puntos de la cumbre en Bruselas.

CERCA DE ZAPATERO Bela Anda, portavoz del Gobierno alemán, respondió con contundencia a ciertas informaciones respecto a la idea de que el presidente del Gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, había sido apartado de estas minicumbres convocadas en Berlín. "La relación de Zapatero con Chirac y Schröder es muy estrecha", declaró Anda a este diario, para considerar luego que "no tiene sentido" especular con la idea de que el presidente español esté al margen de las decisiones.

A pesar de que el Parlamento alemán ya ha ratificado la Euroconstitución, el debate europeo continúa. El rechazo al Tratado se refuerza entre los electores alemanes (el 39% la rechazaría si se sometiera a referendo), que votar el 18 septiembre para elegir canciller. Y, aquí, Schröder va detrás en los sondeos.

La candidata a cancillera de la CDU, Angela Merkel, propondría "consultar más" a los otros países y "preservar los dos pilares, el europeo y el transatlántico", según explicó el conservador Friedbert Pfloger. Según él, el nuevo tándem franco-alemán "no debería dar la impresión" de que "intenta dominar".