En una tierra donde los símbolos son tan importantes, los primeros ministros israelí, Ariel Sharon, y palestino, Abu Mazen, dieron ayer un contundente mensaje de apoyo a la paz en el que el continente fue tan importante como el contenido. En un ambiente cordial, los dos dirigentes protagonizaron una comparecencia conjunta antes de reunirse en privado, en la que reiteraron su compromiso con la Hoja de ruta y con la paz. Y en la reunión a puerta cerrada, Sharon afirmó que Yasir Arafat es libre de viajar a la franja de Gaza si pide autorización previamente.

Ni los más pesimistas detractores de la Hoja de ruta pueden negar que el plan de paz y, sobre todo, la implicación sin reservas de George Bush, han logrado generar un nuevo ambiente. La reunión de ayer --la tercera que mantienen ambos líderes desde que Abu Mazen asumió el cargo en abril-- fue la primera a la que tuvo acceso la prensa. La comparecencia tuvo lugar en la oficina del primer ministro israelí en Jerusalén, junto a una mesa en la que ministros israelís y palestinos, sentados de forma alterna, charlaban entre ellos. Arafat jamás se entrevistó con un líder israelí en la ciudad santa. No hubo comunicado conjunto, pero ambos acabaron su intervención con un apretón de manos.

En su intervención, Sharon advirtió de que Israel no está dispuesto a bajar los brazos "en la lucha contra el terror" y de que "no habrá paz mientras haya terrorismo", pero también afirmó que su país no está en guerra con los palestinos.

Abu Mazen, por su parte, señaló que los palestinos quieren solucionar el conflicto con la diplomacia, criticó los ataques israelís a activistas y declaró que "sólo una paz justa traerá un futuro mejor". El primer ministro reiteró que una paz justa implica una Palestina independiente y la liberación de prisioneros palestinos de las cárceles israelís.