Un grupo talibán ha ejecutado a una mujer viuda afgana de 35 años, embarazada, a la que previamente obligaron a abortar, acusada de haber mantenido una relación adúltera. Los hechos sucedieron en el distrito de Qadis, situado en la provincia de Badghis, en el noroeste del país, una zona dominada por los grupos talibanes, según Ghulam Mohammad Sayeedi, el número dos de la policía provincial, quien no precisó desde cuándo era viuda la mujer.

Una acción que rememora a las prácticas de los talibanes durante su estancia en el poder entre los años 1996 y 2001, cuando eran frecuentes las lapidaciones públicas y latigazos para castigar cualquier relación sexual fuera del matrimonio. Antes de ser ejecutada públicamente de tres disparos en la cabeza, Bibi Sanubar, que ya había abortado, recibió 200 latigazos. La mujer ejecutada mantenía una relación sentimental con un hombre con el que, supuestamente, pretendía casarse pero que, finalmente, se escapó a Irán. Cuando el hombre desapareció de Afganistán, un grupo talibán liderado por un mulá llamado Yusif arrestó a la viuda, acusada de adúltera y mantenida bajo arresto durante tres días antes de ser ejecutada.

La presidenta de la Comisión Afgana Independiente de Derechos Humanos, Sima Samar, ha denunciado que esta ejecución es "una violación de los derechos humanos". "Incluso de haber sido condenada --añadió la misma fuente-- tenemos tribunales para tratar este tipo de sucesos". "Era una viuda y los tribunales, en ese caso, no sentencian a muerte", añadió la activista.

LIDERES RELIGIOSOS LOCALES La Constitución afgana, fechada en el 2004, establece igualdad de derechos para hombre y mujer y, pese a que no establece las directrices claras para casos de adulterio, es más flexible que los líderes religiosos locales. Pese a la contundencia de las pruebas y evidencias, el portavoz talibán Qari Mohammad Yousuf, insistió ayer en negar que grupos talibanes estén detrás de las ejecuciones. "Rechazamos estos hechos, no han sido realizados por grupos talibanes y están tratando de difamarnos", dijo el portavoz talibán, vía telefónica, a la agencia Reuters desde un emplazamiento desconocido.

Actualmente, el adulterio sigue estando castigado con la muerte no solo en Afganistán sino también en Irán, Arabia Saudí y Sudán.