Fueron legión los testigos del ataque en las inmediaciones del Parlamento británico y de sus relatos se desprendía la incertidumbre, primero, y el terror después, al constatar que estaban en medio de un atentado. Radoslaw Sikorski, profesor del Centro para Estudios Europeos de Harvard, vio cómo varias personas yacían heridas en la calzada del Puente de Westminster. «Un coche se ha llevado por delante al menos a cinco personas», constató en Twitter, donde compartió un vídeo.

Martin Pearce, otro testigo, resaltó que «había mucha sangre». Rick Longley vio con sus propios ojos el momento en el que un hombre apuñalaba a un policía: «Estábamos saliendo del metro cuando escuchamos un gran estruendo. Un coche había chocado y había atropellado a varias personas». «Estaban tumbadas en el suelo cuando una multitud salió corriendo de la esquina por las puertas opuestas al Big Ben. Fue entonces -añadió-, cuando un hombre paso por mi lado con un gran cuchillo y empezó a apuñalar al policía». «Nunca había visto nada parecido -comentó sobrecogido-. No lo podía creer».

El parlamentario Tobias Ellwood fue quien prestó los primeros auxilios al policía apuñalado con la intención, infructuosa, de salvarle la vida. Fueron varios los testigos que certificaron que, tras practicarle el boca a boca para reanimarle, estuvo algunos minutos con la cara cubierta de sangre de la víctima.

«Iba por el puente y mientras esperaba a que el semáforo cambiara, un 4x4 arrolló a un peatón. No le presté atención, pero tras el segundo y tercer atropello empecé a pensar que algo malo estaba pasando», aseguró otro testigo vía Twitter. «Dejé de pensar en la gente de más adelante y paré el tráfico para atender a las personas atropelladas», explicó. «Cundió el pánico y empezamos a llamar a la policía, a las ambulancias y a atender a los heridos».