El Gobierno de Turquía ha decidido añadir otros cuatro días festivos a las vacaciones por la fiesta musulmana del Sacrificio, con la voluntad de impulsar el sector turístico nacional, que anda de capa caída.

Este año, los turcos iban a tener seis días de vacaciones, ya que los cinco correspondientes a la Fiesta del Sacrificio (Eid al-Adha, que conmemora el sacrificio de Abraham), del 31 de agosto al 4 de septiembre, se sumaban al 30 de agosto, Día de la Victoria, que celebra el fin de la guerra de la independencia en 1922. Sin embargo, el portavoz del Gobierno, Bekir Bozdag, ha anunciado este martes que también serán festivos el lunes 28 y el martes 29, de modo que, con el fin de semana anterior, las vacaciones serán de 10 días.

"Tiempo para visitar a las familias"

El objetivo, según Bozdag, es "dar a los ciudadanos tiempo para visitar a sus familias, reactivar el sector turístico y lograr un efecto positivo en el comercio".

El turismo, que representa alrededor del 5% del PIB del país, paga las consecuencias de la serie de atentados terroristas que ha azotado el país en los últimos años, así como la compleja situación política, incluso con un intento de golpe en el verano del 2016. Ese año, los ingresos del sector se redujeron en casi un 30%.