Bagdad Sadam llegó a la sala con un Corán, que leyó en voz alta. El presidente del tribunal, Rizgar Mohamed Amín, le interrumpió para pedirle que se identificase y éste replicó:
--"¿Quién es usted y qué es lo que hace?"
--"El Tribunal Penal de Irak".
--"¿Y son todos jueces?"
--"No hay tiempo de entrar en detalles. Identifíquese".
--"Usted me conoce. Sabe muy bien quién soy yo".
--"Ha de decirlo usted".
--"Apelo a mis derechos como presidente de Irak. Usted sabe quién soy".
--"Es un formalismo".
--"No reconozco al grupo que le dio autoridad a usted. La agresión es ilegítima".