No hay en EEUU un departamento de policía con peor fama de brutalidad que el de Los Angeles, y no hay en el mundo muchas herramientas más poderosas para divulgar imágenes que internet. Ha sido YouTube, el fenómeno de vídeos en la red, el vehículo que ha servido para azuzar el último escándalo en las fuerzas del orden angelinas.

El 18 de octubre apareció en esa web un vídeo grabado en agosto en Hollywood en el que dos agentes intentan arrestar a William Cárdenas, un hispano de 24 años sospechoso de pertenecer a una banda violenta. La grabación muestra a uno de los agentes, Patrick Ferrell, dando seis puñetazos en la cara a Cárdenas mientras este --inmovilizado, en el suelo y con una rodilla sobre su cuello-- suplica a los policías que le permitan respirar.

Aunque el vídeo fue hecho público en septiembre, en la vista preliminar del juicio a Cárdenas, su emisión en YouTube ha publicitado el caso y motivado una investigación del FBI. Asuntos Internos también investigará el asunto. "No se puede negar que el vídeo es inquietante", dijo el jueves William Bratton, jefe de policía de Los Angeles.

El caso despierta los fantasmas de la brutal paliza al negro Rodney King en 1991, que consolidó la imagen racista de la policía de Los Angeles.