Las reclamaciones que llegan hasta el Defensor del Paciente se ponen en conocimiento del Servicio Extremeño de Salud para que aporte una solución. En caso de que el usuario considere que la respuesta no se ajusta a derecho, esta figura se encarga de comprobar si existe esta circunstancia, y en caso de que sea así, recomienda a la Administración que cambie la resolución. Hay ocasiones, asegura el Defensor del Paciente, en que la falta de medios impide una solución adecuada; en estos caso, dice, aconseja a la Junta que se dote de los recursos necesarios.

Tras este proceso, se da cuenta a la Asamblea de Extremadura de todo el trabajo realizado por este departamento. Un informe completo refleja cuántas reclamaciones ha habido, cómo se han tramitado, las recomendaciones que se han hecho y las que la Administración ha seguido y ha descartado.