El seleccionador de Brasil tomó ayer la decisión de cerrar la puerta a la prensa en el entrenamiento del equipo. La medida responde a la difusión de una discusión entre Dani Alves y Baptista, que se enzarzaron verbalmente tras un choque. Los propios jugadores criticaron la decisión de difundir las imágenes y el texto de las palabras que ambos futbolistas pronunciaron.