¿Por qué no han sonado en la feria cacereña los sones de la rondalla de Orellana, la jota de la Zarza o el fandango de la Virgen de los Remedios? ¿Se ha cansado María Fernanda y el grupo Redoble de organizar y mostrar a nuestros chicos y mayores el folclore extremeño? ¿Es más rentable realquilar la caseta y sacar un dinero limpio? A un lado de esa caseta estaba la Casa de Andalucía, que sigue promocionando su tierra como siempre, con sus sevillanas, coros rocieros y demás. Y nosotros, extremeños, perdemos lo que tenemos de nuestra cultura y folclore. Qué escaparate de folclore regional tendrán los niños y jóvenes de la escuela del Redoble si, como dicen, el ayuntamiento no los contrata para bailar y encima se cargan lo poco que tienen. MARCIANO JIMENEZ AMAYA Cáceres