TEtstaba el Retiro lleno de monoparentales que llevaban carritos con niños, y globos de colores, y abanicos de Plaza y Janés. Y ante ellos, ella, otra monoparental que firmaba sus últimos recuerdos de la Moncloa, Ana Botella, mientras su José María ejercía de monoparental en su casa ordenando libros. Estaba el Retiro lleno en esa Feria del Libro que no acaba nunca y que arrastra al escaparate a buenas gentes como Pablo Guerrero, y a malas gentes como Maruja Torres , que después de cada firma pegaba un picotazo en las manos de sus adoradores. Y los monoparentales que te clavaban el carrito en las espinillas, y señalaban con el dedo a Peridis, y guiñaban un ojo cómplice a Bernabé Tierno. ¿Cómplices de qué? ¡Monoparentales! ¡Que sois unos monoparentales del copón! Bernabé Tierno firmaba frente a Luis Eduardo Aute y junto a una Salisachs que parecía sacada del Museo de Cera. Y las señoras del Opus le llevaban, al Tierno, canapés con cabello de ángel y libros de Pío Moa para que las colara en esa cola que andaba torciendo la Historia junto a una de las tapias en las que fusilaron a la estatua de Pablo Iglesias. Alfonso Guerra no firma en domingo pero cuenta la Historia de forma distinta a Moa y tiene canas. Jesús Ferrero tiene canas en su calva, y Sánchez Dragó también luce un blanco sobre negro muy interesante. Sánchez Dragó firma y luego te echa un discurso sobre lo que sea. Los monoparentales no se detienen frente a Sánchez Dragó porque sus niños no tienen paciencia y lloriquean pidiendo agua y sombrillas. Se detienen frente a María Antonia Iglesias , que es más tía cercana, y le piden firmas y chuches.

Madrid en domingo y con Feria del Libro es monoparental.

*Dramaturgo