Escritor

Se van a clonar y están en la cuenta atrás de la elección de uno de ellos para la Universidad de Extremadura. Si tuvieran un gramo de locura, bien entendida como el estado perfecto de la creación para lograr un punto y aparte en su breve e inocua historia, debieran promover un acto a realizar conjuntamente los aspirantes en el paseo de Cánovas, de Cáceres, y en la avenida de Sinforiano Madroñero, en Badajoz, y ver cuál de los cuatro mea más largo. Parece una tontería, y una niñería, pero es importante saber cómo están de potencia y saber cuál de ellos mea más largo, cuya imagen siempre ensombrece las palabras. Con ello se terminaría con la imagen de personajes acabados que han venido dando desde sus inicios, bien es verdad que el actual fue a manifestaciones contra la guerra.

La universidad extremeña es una institución rara, uraña, onanista, distante, ambigua, extraña, con un terrible complejo de inferioridad, que da una gran sensación de impotencia de logia en almoneda permanente, con cierta tendencia desde sus inicios a ir a misa de patronas de los ejércitos y a la del santo patrón de España. Hubo un intento de ir bajo palio con Chaparro, bajo el manto de un renacimiento papal asimétrico, donde sólo faltó hacer cardenal a algún sobrino de nueve años como en la mejor época de Calixto III. Desde sus inicios, ya afloró algo resentida de este pie áulicos personajes que la nimbaban cual coro celestial de comerciantes de sanitarios, que se negaban a que hubiera una facultad de Ciencias Económicas, que en el caso de la de Badajoz, sólo se la conoce por la contabilidad y poco por la ciencia.

No se va a terminar el mundo pese a los presagios que nos llegan de la Facultad de Meteorología, y por eso nunca se pierde la esperanza, y por eso tampoco nos vamos a suicidar. Pero que quede claro que he recibido muchas muestras de inquietud de ciertas personas que no quieren dar ahora su luz, pero que están civilizadamente preocupados por su futuro, por supuesto el de la universidad en el contexto de Extremadura, y para que sirva de acicate y se despierten los talentos de una universidad que duerme.