Santi Vaquero no falla un solo día desde que empezó a nadar por pura necesidad tras sufrir un grave accidente de tráfico. "Hay demanda suficiente como para dos piscinas porque nos juntamos mucha gente en cada calle y este servicio municipal no se debe mantener para ganar dinero" y añade que "de cerrar esta, a la nueva no podría seguir yendo a diario porque aquí suelo venir andando". Lo dice quien necesita de muleta para andar y es todo un ejemplo de superación.