Más de un año llevaban los responsables de la franquicia de bricolaje AKI, perteneciente al grupo francés Adeo, en contacto con el ayuntamiento para su implantación en la ciudad. Mañana abrirá sus puertas al público en general y lo hará tras crear 42 puestos de trabajo, 21 directos y 21 indirectos.

En este tiempo, buscaron tanto terreno para levantar una tienda como una nave para ubicarse y, finalmente, se decantaron por la segunda opción. Así, la franquicia se ha instalado en una nave situada en la avenida Martín Palomino, 67. Según explicó ayer su director, Francisco Barral, tiene una superficie de venta de 1.754 metros cuadrados, distribuidos en 13 departamentos, "jardín, ferretería, herramientas, fontanería, electricidad, madera y todo lo relacionado con el bricolaje".

Lo que más destacó es que, quienes acudan encontrarán a "21 personas especializadas en los departamentos de una tienda de proximidad especialista en atender de forma personalizada, es un negocio de ayuda y servicio al cliente".

Por eso, subrayó tanto la importancia de implantarse en una ciudad de 43.000 habitantes, como al enclave estratégico que supone por la población de las comarcas del norte.

La franquicia realizó ayer una actividad de promoción en la puerta del Sol a la que se acercó la concejala de Empleo y Empresa, Sonia Grande. Esta agradeció la puesta en marcha de la empresa y los puestos de trabajo creados y destacó la colaboración con el ayuntamiento a la hora de ofertar estos puestos, de cara a la "transparencia".

Hoy tendrá lugar la inauguración oficial de la tienda y, por la tarde, los clientes con tarjeta fidelidad podrán acudir para conocer la instalación. Mañana abrirá ya al público general.