Con la bajada de las temperaturas, sobre todo nocturnas, dormir en la calle se antoja más difícil de lo que puede serlo habitualmente. Cáritas es consciente de ello y, por eso, su centro de acogida temporal cuenta con plazas reservadas para estos casos de personas que duermen habitualmente en la vía pública y que, por el frío, pueden acudir buscando alojamiento.

Según explicaba ayer el responsable del centro y de Acción Social de Cáritas, Iván Torres, este espacio de acogida cuenta con una treintena de plazas disponibles, pero «siempre intentamos que queden camas libres, sobre todo para situaciones de emergencia, tanto de olas de frío como de olas de calor.»

Por eso, subraya que, si alguna de estas personas acudiera buscando alojamiento, «hay plazas. Las necesidades de contingencia por el frío están cubiertas».

Cáritas tiene detectadas actualmente en Plasencia a una media decena de personas que duerme en la calle. Son, sobre todo aparcacoches ilegales que durante el día están en la zona del Salvador, el puente Nuevo, San Lázaro... Todos acuden al comedor social que gestiona la misma oenegé y en este espacio, situado en la calle Trujillo, cuentan también con una trabajadora social. Se les ofrece la opción de acudir al centro de acogida y dejar las calles, pero la mayoría «no quiere».

Ayer por la mañana, había 19 personas acogidas, pero Torres señalaba que «esta tarde empezará a llegar más gente», sobre todo para tener un lugar donde pasar el fin de semana.

Sin embargo, apuntan que en el centro hay que cumplir unas normas de convivencia que muchos no están dispuestos a cumplir y de ahí su reticencia a acudir a este tipo de espacios.

De enero a noviembre del 2017, habían pasado por el centro 639 personas, el 91% hombres, desempleados y sin ingresos.