Más de un centenar de mujeres han acudido en el año en curso la Oficina de Asistencia a las Víctimas de Delitos a denunciar y pedir auxilio por malos tratos en el hogar. Sólo en lo que va de año son ya cincuenta las mujeres de Plasencia y su partido judicial las que han sufrido la violencia de género, según la oficina que está abierta en los juzgados.

El último caso se ha producido precisamente esta semana. Un hombre ha sido denunciado ante el juzgado de guardia por presuntos malos tratos a su esposa en el domicilio familiar tras haber ingerido gran cantidad de alcohol.

EN TODOS LOS ESTATUS

Es el lugar, junto a la Unidad de Promoción Integral de la Mujer en los Servicios Sociales del ayuntamiento, donde deben acudir las afectadas. "Nosotros tratamos de comprender a cada persona, de ofrecerle asesoramiento y de acompañarla en esos momentos difíciles", asegura la responsable de tender una mano amiga a las víctimas y de informarles de cuáles son sus derechos.

Muchos de los casos denunciados son maltratos psicológicos. "En ocasiones --advierten-- son tan graves o más que los físicos puesto que un moratón desaparece a los pocos días, pero un daño psicológico como las amenazas, por ejemplo, causa un daño mucho más difícil de reparar". Aunque la mujer siempre tiene la última palabra. "En la oficina de delitos podemos ayudarla a decidir, animarla a denunciar o a pedir la separación, pero la víctima siempre tiene la última palabra".

La Unidad de Promoción Integral de la Mujer se centra más en proporcionar a la víctima un empleo con el fin de que pueda obtener los ingresos económicos suficientes para no depender de su agresor, que suele ser el motivo fundamental para no denunciar.

Curiosamente estas situaciones no se dan sólo en los hogares más desfavorecidos, sino que ambas oficinas atienden a mujeres de todos los estatus y de todas las edades aunque las de mayor edad aún siguen remisas a denunciar.