Cientos de ganaderos procedentes de una veintena de localidades del norte de Cáceres aprovecharon ayer la celebración del tradicional mercado de los martes en la plaza para exigir al Ministerio de Agricultura y a la Junta de Extremadura medidas para paliar el efecto de la brucelosis, que tiene inmovilizadas a 1.257 explotaciones agrarias de la zona. La manifestación partió del edificio del múltiple hasta la plaza, donde los ganaderos realizaron una sonora pitada convocada por Asaja.

El presidente regional de la asociación agraria, Angel García Blanco, no dudó en culpar a la Junta de que el efecto habría sido menor de haber actuado con diligencia cuando se detectó el foco hace cuatro años. En declaraciones a Efe, García Blanco aseguró que los actos de protesta seguirán "mientras la administración no resuelva el caos en el que están inmersos los propietarios de las explotaciones afectadas por la brucelosis".

Asaja calcula que las pérdidas rondan ya los doce millones de euros y está llevando a la ruina a cientos de ganaderos y reclamó medidas como indemnizaciones de 180 euros por cabeza positiva o que se permita el movimiento de explotaciones limpias.