La Audiencia Provincial de Cáceres ha condenado a penas que van de los dos años a los cuatro años y medio de prisión, y al pago de una multa de 60.000 euros, a cinco miembros de un clan familiar instalado en Plasencia dedicado a la venta de sustancias estupefacientes.

La sala señala que los hechos salieron a la luz a raíz de un dispositivo de vigilancia en diciembre de 2013 en el que la Policía observó "numeroso trasiego de individuos en el domicilio de dos de los acusados que son matrimonio".

Así, interceptaron a varios consumidores que adquirían pequeñas cantidades de sustancias estupefacientes en la vivienda, principalmente cocaína y heroína.

La sentencia señala que "eran muy cuidadosos" y que mientras el marido se dedicaba a las transacciones y vigilancia del exterior, la mujer vigilaba la vivienda y "obligaba a consumir las sustancias en el interior de la misma".

Además, no guardaban grandes cantidades de sustancias en esa vivienda y utilizaban como almacén otros tres pisos pertenecientes a la hermana de la mujer, con antecedentes por tráfico de droga, el hijo de esta y su yerno, también con antecedentes.

En los registros de las cuatro viviendas se hallaron "sustancias estupefacientes, efectos para su pesaje, así como dinero y bienes procedentes de la venta ilícita".

La sentencia es firme y contra la misma no cabe recurso.