El concejal lo negó en un primer momento, aunque no mostró sorpresa alguna. "Eso lo han mandado los pastores gitanos, yo no". Al rato llama por teléfono para reconocerlo, dice que tras hacer una consulta: "Pero lo ha mandado la técnico que está pagando la asociación gitana, que nos pidió un despacho en el ayuntamiento porque no había sitio para ellos en la casa de asociaciones, y se lo cedimos, pero no tiene nada que ver conmigo y les he dicho que eso es meterme en compromisos". Dicho lo cual admitió que "puede chocar". La alcaldesa, por su parte, no quiso hacer declaraciones y sólo dijo, a través de su secretario, que si salió del fax de la OMIC que utiliza Bienestar Social, "será esta concejalía la que tenga que explicarse".