La alcaldesa ha convocado para esta mañana la primera junta local de seguridad en nada menos que un año, pese al compromiso de celebrar una cada tres meses, con lo que lleva acumulados quejas vecinales tan preocupantes como las de la inseguridad que vive el barrio de Gabriel y Galán como consecuencia de las ocupaciones ilegales de las viviendas sociales, pero también por las denuncias de venta de droga y agresiones a jóvenes e incluso menores.

Venta de droga, y encima por parte de menores, es la denuncia más grave que ha hecho reiteradamente la asociación de vecinos Río Jerte mientras son numerosas las de vecinos del centro por ruidos de la movida.

El vandalismo es otra de las preocupaciones de la federación de asociaciones de vecinos, Fepave, cuyo portavoz llegó a pedir medidas de prevención los fines de semana. Estos son asuntos que inquietan al ciudadano de a pie, pero se desconocen los temas en cartera en una junta local de seguridad que se convoca tras haber denunciado la oposición que lleva exactamente un año y un mes sin reunirse en Plasencia.