Finalmente el juzgado de lo Penal no saldrá del Palacio de Justicia durante las obras, sino que se repartirá entre dependencias de la planta baja y el torreón. El personal tuvo que desalojar el mes pasado el juzgado ante el riesgo de derrumbe por el mal estado de la cubierta, cuyas obras está previsto que se prolonguen durante cuatro meses.

A esta decisión se ha llegado para no dispersar los servicios después de comprobar la idoneidad del Museo Municipal, que había sido ofrecido por el ayuntamiento como sede provisional, así como del edificio situado frente a los juzgados y que es propiedad del Obispado. El único inconveniente es que el torreón del palacio de justicia no dispone de aire acondicionado.