La exconcejala de Cultura, Lidia Regidor, reapareció ayer públicamente para aclarar que sí había dinero en la partida presupuestaria cuando encargó los mil libros ahora devueltos, pero que sus compañeros de gobierno paralizaron el trámite para vetarlo porque, insinuó: "Tal vez exista mayor interés en publicar libros de personas afines familiarmente a otras".

"Si el libro de Fernando Flores del Manzano lo hubiera hecho otra empresa --abundó-- no habría habido problema" y dijo esto porque la otra publicación que encargó el mismo día a una imprenta distinta ha corrido mejor suerte, pese a haberlo encargado por el mismo procedimiento. Fue el caso de la recopilación de dibujos de Kiko, el usuario de Placeat, cuyo gasto se aprobó por decreto de alcaldía.

BOICOT INTERNO Sin embargo, el libro del profesor Flores del Manzano nunca llegó a aprobarse ni así ni por comisión de gobierno, que son, ciertamente, los únicos órganos competentes para hacerlo. La ya exconcejala garantizó ayer que dinero había de sobra, porque no se había agotado la partida de 24.000 euros para publicaciones con que empezó el año y censuró, además, que "se haga política con el mundo de la cultura".

Denunció que otra prueba del veto a su trabajo son los vídeos que anunció, pero que nunca han llegado, a las asociaciones de vecinos. "Pero que se olviden de mí", pidió expresamente ayer a sus excompañeros de gobierno, aunque con la misma claridad añadió: "Que recuerden que soy miembro de la ejecutiva provincial del PSOE y ahora entiendo a la consejera".