Irónico o agradecido, pero en todo caso simbólico fue el premio que el barrio de San Miguel ha querido conceder en sus fiestas vecinales al grupo empresarial Magenta, que en mayo inició las obras de construcción del famoso instituto prometido cinco años atrás por la Junta de Extremadura. "Lo dejamos en simbólico --dijo el presidente vecinal, Jaime Collado-- después de que nos hayan tomado el pelo todos estos años".

Quizá por eso no recayó en ningún político, aunque sí, paradójicamente, el que recibió la concejala de Urbanismo y Obras, Mónica García. "Pero a ella porque el barrio necesitaba muchas reparaciones, como la del acerado, y las está haciendo además de que es una concejala cercana a la gente".

Son los primeros San Miguel que la asociación vecinal ha querido institucionalizar y que recibieron tras el pregón de Pablo Vicente, el presidente de la hermandad de donantes de sangre, elegido no al azar, sino por la dedicación a un trabajo tan altruista como el de este numeroso colectivo en Plasencia. Después siguió la fiesta con verbena popular y ayer entre charangas y viajes de los niños en el Tren Mayorga. Hoy llega el día grande con variados actos. Mientras la directiva da por bueno el premio."Si al menos el curso empieza en el 2008-09". La promesa electoral era para el 2006-07.