La alcaldesa advirtió al sector de artes gráficas de que su instalación no será una amenaza, "sino todo lo contrario porque sus productos sólo se hacen en toda España en Madrid y Barcelona y a los 120 empleos directos hay que sumar muchos indirectos porque contratan con empresas locales algunos trabajos así como el transporte". No supo precisar cuántos indirectos se barajan, pero sí añadió que ha pedido a Printone que dé prioridad a las constructoras locales para el diseño y la construcción de la fábrica.