Que se retomen de forma urgente las obras de la nueva comisaría de la Policía Nacional y que, mientras tanto, se palíen las deficiencias de la actual. Lo reclama la Confederación Española de Policía en Extremadura, que ha enviado un escrito al subdelegado del Gobierno con estas demandas con el fin de que mejoren las condiciones de trabajo de la plantilla y la atención al ciudadano en un edificio que califican de "tercermundista".

Francisco José Rodríguez, delegado de prevención de riesgos laborales del sindicato, señala que la actual debería estar cerrada desde que en 1995 entró en vigor la ley de prevención de riesgos laborales, que no cumple.

PARADA DESDE MARZO De ahí que insten al subdelegado del Gobierno a retomar las obras de la nueva comisaría, que llevan paradas desde marzo al toparse las máquinas con una escombrera que no detectó el estudio geotécnico previo. La delegada del Gobierno dijo la semana pasada que las obras estaban pendientes de la aprobación de un modificado, pero lo mismo indicó ya en julio en una visita a la zona el subdelegado, quien además aseguró que en septiembre volverían los trabajos.

Dado que no ha sido así, la confederación de policía critica que "no se invierte ni un céntimo en arreglar los desperfectos de las instalaciones" y entre estos enumera las humedades en paredes y techos; falta de calefacción y aire acondicionado; enchufes rotos y un mobiliario que "de puro viejo se cae a trozos". Añade Rodríguez que las mujeres no tienen vestuario y "en la oficina de denuncias, no hay una silla para sentarse".

Además, el sindicato no se olvida del déficit de la plantilla, que cifra en un 30% y pide al subdelegado la sustitución de los coches policiales por su mal estado "tras años funcionando las 24 horas del día". También reclama medidas para vigilar el aparcamiento de los coches porque con su traslado a la plaza Mayor, que no tiene cámaras de vigilancia, ya se han encontrado con daños como ruedas rajadas.