En muchos casos, sólo el pie hace sospechar que alguna vez existió una papelera porque literalmente han desaparecido sin dejar rastro, pese a ser de hierro, y otras están rotas por varias partes y la policía ha tenido que recurrir a alambres, cuerdas u otros sistemas para intentar mantenerlas en pie.

La razón es que los vándalos se han cebado con el mobiliario de la calle del Sol y después de varios ataques , siempre durante las noches de los fines de semana, no se mantiene más que una en pie, situada en la puerta del Sol. Ya en Navidades, apareció una arrancada de cuajo y otras más rotas y a primeros de abril, la escena se repitió, aunque en esa ocasión desaparecieron cuatro. Entonces hubo quien enganchó una rota con alambres junto a Bodybell, pero también ha desaparecido y este fin de semana, la policía local informó del último asalto de los vándalos, que los agentes intentaron subsanar enganchando algunas papeleras rotas con gomas, cuerdas u otros rudimentarios métodos.

Así, la persona que necesite tirar cualquier tipo de papel deberá recorrer toda la calle, pero no sólo ésta sino que la falta de papeleras es la tónica general en la mayor parte de las vías centro y también en muchos barrios. Tanto es así, que el ayuntamiento gasta en reponer mobiliario destrozado por actos vandálicos unos 30.500 euros del presupuesto y mientras, la concejala Carmen Blázquez, está estudiando con qué modelo de papeleras serán repuestas.