La normalidad no volverá al aeropuerto londinense de Heathrow en varios días. Tras 24 horas de huelga, los empleados de la compañía aérea British Airways volvieron a última hora de ayer al trabajo, pero los retrasos y las cancelaciones continuarán hasta la semana que viene. Más de 500 vuelos fueron suspendidos entre el jueves y el viernes y más de 100.000 personas se vieron afectadas por un paro llevado cabo por los conductores de autobuses que llevan a los viajeros hasta los aviones y los encargados de transportar los equipajes.

En los aeropuertos de Madrid, Barcelona y Málaga se suspendieron ayer 19 salidas con destino a Londres y otras tantas llegadas desde la capital británica.

La huelga, de carácter solidario, la ha motivado el despido de 800 empleados de la empresa estadounidense subcontratada por la aerolínea británica para suministrar la comida a bordo.

La cancelación de vuelos volvió a causar el caos en el aeropuerto londinense, uno de los más transitados del mundo, por tercer año consecutivo en pleno agosto. Ayer, se volvieron a repetir las escenas de confusión y enfado entre los pasajeros. En la terminal 4, una de las más afectadas, estaba prohibido entrar a la zona de embarque y facturación. Tras las puertas se entreveía un hall desierto. Mientras, cientos de personas esperaban para recibir noticias en unas carpas instaladas en el aparcamiento. Les repartían agua y comida, pero la falta de información reinaba en el ambiente.

DESTINO La mayoría llevaba desde el día anterior esperando para volar. Entre ellos, se encontraba Roland, que la noche el jueves viajó desde Madrid a Londres con la intención de coger otro vuelo con destino a Zimbabwe para pasar unos días de vacaciones. A pesar de que la compañía trasladó a 4.000 de los pasajeros afectados a hoteles cercanos, a él se le pidió que lo hiciera por su cuenta con la promesa de que se le reembolsaría el dinero. "Nadie me ha dicho cuando va a salir mi vuelo. He intentado comprar un billete con otra compañía pero no hay plazas".

British Airways puede haber perdido unos 14 millones de euros por día a causa de la huelga, ya que tiene que devolver a los pasajeros el dinero por los viajes cancelados, recolocarlos en otros vuelos o en otras compañías y pagar el alojamiento a quienes han perdido sus conexiones en el aeropuerto de Heathrow.