Tras más de mes y medio de arduas sesiones en el tribunal, el juicio por injurias y calumnias contra el padre de una de las niñas de Alcàsser asesinadas en 1992 quedó el miércoles visto para sentencia en los juzgados de lo penal de Valencia. Fernando García se enfrenta a una pena de diez años de prisión por haber criticado el trabajo de los forenses, los guardias civiles y los magistrados que llevaron el caso de la desaparición de las menores.

Los abogados del padre de Miriam reclamaron durante la vista final la absolución del acusado apelando a la libertad de opinión y a la atenuante de estado pasional en el momento en el que supuestamente injurió y calumnió a los querellantes.