TQtue los asuntos del alma están de capa caída es más que evidente. Un tipo de Móstoles ha puesto la suya en venta en e-Bay y sólo ha conseguido cincuenta euros. Y eso que aseguraba tenerla casi sin estrenar y con todos los papeles en regla. Pero comprar un alma ya no le interesa ni al Diablo. El retrato de Dorian Gray sólo sería hoy atractivo para un trapero. ¿Para qué iba a querer nadie un alma ajena cuando la propia en ocasiones pesa como una carga? A mí, con perdón, me ocurre que cuando miro el mundo con los ojos del alma se me hace el día muy cuesta arriba. Desde el principio llevo mirando con los ojos del alma el asunto de la niña Madeleine y ya no sé a qué carta quedarme. Sólo deseo de todo corazón que acontezca algo extraordinario que desempañe el honor de los MaCann , que se restablezca el orden lógico de las cosas y un buen día me levante y encuentre en las portadas de este mismo periódico la noticia de que esos padres han sido víctimas de un complot mediático. Porque uno necesita creer que es cierta la desesperación ante la pérdida de una hija, que por debajo del circo que se ha montado con este tétrico asunto no se esconde otra cosa que el drama de una familia en desgracia. De lo contrario, de resultar ciertas las acusaciones de la policía portuguesa, el mundo habrá perdido una cucharada más del escaso candor que nos quedaba, y ya hay demasiados profesionales del terror como para que se sumen además amateurs ocasionales. Pero el simple hecho de contemplar la posibilidad sin que se nos caiga el alma a los pies es clara señal de que el alma es una excrescencia devaluada y que los cincuenta euros que le han dado al tipo de Móstoles es un precio excesivo.