UN VUELO de Iberia que se dirigía a Asturias desde Málaga regresó al aeropuerto del que había despegado veinte minutos después debido al peligro que corría la vida de un perro llamado "Emilio", por un fallo en la presurización de la cabina de equipajes. Los hechos ocurrieron el pasado 25 de julio cuando José Antonio Fernández y su esposa Azucena Villameitide regresaban al Principado, donde reside su hija Ana, propietaria del animal.

Tras el aterrizaje, el perro, que no sufrió ningún daño, fue trasladado en su jaula al espacio que ocupan las azafatas en el avión.