Un tiburón de unos seis metros fue avistado el jueves a poca distancia de las playas de Barcelona. El escualo fue visto por tres personas que practicaban esquí acuático entre la Nova Mar Bella y el Puerto Olímpico. Uno de ellos, Jordi Balsells, cayó al agua y tuvo el escualo a cinco metros de distancia.

El animal fue filmado cerca del Hotel Arts y de la torre Mapfre. Balsells, fotógrafo de la Base Náutica de Barcelona, relató que la lancha que le arrastraba bajó la velocidad al ver algo grande en el agua y él cayó. Al ver al tiburón, aceleraron, pero Balsells se hundió de nuevo. Añadió que tuvo el animal muy cerca, lo suficiente para ver que era muy grande. Entonces, sus amigos colocaron la lancha entre él y el escualo y le ayudaron a subir a bordo.

Salvamento Marítimo, que el jueves intentó sin éxito localizar al animal, apuntó que podía tratarse de un tiburón peregrino, la segunda especie más grande tras el tiburón ballena. Puede alcanzar los 12 o 15 metros, según el centro de Conservación y Recuperación de Animales Marinos. Estos animales no son peligrosos y comen pláncton.

Ayer, el mismo tiburón, o quizá otro, fue visto por unos pescadores en Vilanova i la Geltrú. Equipos de Salvamento Marítimo y del CRAM salieron en su busca pero tampoco lo hallaron. El animal, que nada lentamente y apenas se hunde, está herido ya que tiene clavado un anzuelo en la aleta dorsal, según testigos.