La escena parecía de un gag televisivo. Varios diputados aporrearon ayer las puertas del hemiciclo para acceder y votar la prórroga del estado de alarma. "Si estuviesen dentro, no habría que abrir las puertas. Se ha dicho que estaban las puertas cerradas y están cerradas", dijo el presidente del Congreso, José Bono.

Según los afectados, la mayoría del PP, el sonido de los timbres que avisan de la votación había sonado poco tiempo. Concluida la sesión plenaria, la portavoz popular, Soraya Sáenz de Santamaría, pidió explicaciones a Bono, al menos para comprobar si el timbre había sonado el tiempo adecuado.