Un centenar de policías nacionales, guardias urbanos y voluntarios de Protección Civil con una unidad canina peinaron ayer infructuosamente, y por segundo día consecutivo, una extensa zona de la urbanización Boscos de Tarragona donde desapareció la noche del pasado 27 de febrero Aurora Mancebo Leiros, de 24 años. La batida comenzó en el lugar donde el miércoles un vecino encontró, esparcida por el suelo, toda la ropa que llevaba la joven cuando salió de su casa.

Se trata de un paraje abrupto, en el que proliferan espesos pinares, rotos por campos de cultivo con algarrobos, olivos y matorrales. "Nosotros confiamos en los perros porque si el cuerpo está por aquí lo localizarán", indicaba Protección Civil. A unos metros, numerosos agentes escudriñaban la maleza.