Una fiel amistad le ha valido la cárcel. El británico de 39 años detenido el pasado sábado en Nerja, Robert Terence Graham, conocido entre sus escasos amigos como Robbie , ingresó ayer en la cárcel de Alhaurín de la Torre por encubrir los crímenes de Tony King o, al menos, el de Rocío Wanninkhof. Juntos recorrieron los bares de la Costa del Sol, donde eran conocidos por sus violentas borracheras, y juntos pasarán mucho tiempo entre rejas.

La titular del Juzgado de Instrucción número 6 de Fuengirola, María Jesús del Río, decretó ayer el ingreso en prisión por encubrimiento del íntimo amigo de King.

Una declaración de más de tres horas en torno al caso Wanninkhof fue suficiente para que la juez considerara que existen indicios de que Graham conocía el crimen de su compatriota y nada hizo por denunciarlo.

DE NUEVO JUNTOS

King y Graham vuelven a coincidir en un mismo escenario. Al igual que su compatriota, Graham tiene restringidos sus movimientos, así como el contacto con otros presos, y está sujeto al Programa de Prevención de Suicidios.

Graham comparte celda con un preso de confianza que le vigila para evitar que se autolesione. Los agentes encargados de su custodia se cuidarán bien de que nunca llegue a coincidir con su amigo. Graham se enfrente a entre seis meses y tres años años de prisión cuando sea enjuiciado por un jurado popular. Para King, la acusación puede oscilar entre los 15 y 20 años por cada uno de los asesinatos cometidos.