El carguero chino que encalló en la Gran Barrera de Coral de Australia ha dejado una cicatriz de tres kilómetros de largo y 250 metros de ancho, según han indicado hoy las autoridades australianas.

"Hemos hallado áreas a 20 y 40 metros de profundidad donde la parte alta del coral ha quedado completamente pulverizada y todas las plantas y animales han muerto", ha señalado el portavoz del parque marino de la Gran Barrera de Coral, David Wachenfeld.

Expertos con aspersores químicos han conseguido disolver unas cuatro toneladas de carburante pesado que se vertieron al mar, aun así, el portavoz también ha añadido que el daño ocasionado por el accidente es peor de lo que habían calculado en un principio.

La nave Shen Neng 1, con una carga de 65.000 toneladas de carbón y 975 toneladas de carburante, encalló el pasado día 3 en la zona.

NAVÍO REFLOTADO

Los equipos de salvamento consiguieron anoche reflotar el navío y lo trasladaron a una zona de atraque cercana a la turística isla de Great Keppel, a 38 millas náuticas (unos 70 kilómetros) del lugar del accidente.

La policía está investigando el suceso para determinar si hubo negligencia por parte del capitán y quién asumirá los costes de la limpieza y el salvamento.

El Gobierno ha asegurado que el buque jamás debía haber entrado en ese área restringida de la Gran Barrera de Coral, que se encuentra a unos 30 kilómetros de distancia de la ruta marítima más próxima.

MULTA MILLONARIA

La empresa propietaria se enfrenta al posible pago de una multa de un millón de dólares australianos (679.883 euros), y el capitán podría tener que desembolsar otros 220.000 dólares australianos (149.584 euros).

La Gran Barrera de Coral de Australia está considerada el mayor arrecife coralino del mundo, con casi 3.000 pequeñas barreras y más de 900 islas a lo largo de 2.600 kilómetros en el océano Pacífico.