Los conductores profesionales que abusaban del alcohol han abandonado este vicio debido a que cada vez es más difícil eludir los controles policiales. Pero se han pasado a las anfetaminas y la cocaína para sobrellevar mejor sus largas jornadas al volante. Así lo ha explicado la doctora y senadora de CiU Rosa Núria Aleixandre en la comisión parlamentaria para el estudio de la drogas. Advirtió de que este aumento "preocupante, sobre todo entre los camioneros", ha sido detectado en consultas de psiquiatras, donde acuden personas que quieren deshabituarse, y en los análisis efectuados a víctimas de accidentes de tráfico en varios hospitales.

La detección de drogas entre los conductores es una de las asignatura pendientes de la vigilancia en las carreteras.

Aleixandre recordó que las drogas son tan peligrosas o más que el alcohol. Incluso tras un accidente con víctimas, si se detecta droga en el conductor esta información no se da a conocer, según la senadora. Los médicos, al no estar obligados a hacer constar este dato en la historia clínica, optan generalmente por el silencio, ya que ocasionarían un perjuicio a los accidentados, pues las compañías de seguros se niegan a abonar las indemnizaciones si el asegurado conducía drogado o bebido. Se han dado casos de jóvenes que, tras consumir cocaína, han sufrido graves accidentes que les causaron tetraplejias y otras lesiones importantes.

SORIA INVESTIGARA "Tanto en los controles preventivos como en los centros hospitalarios haría falta un protocolo, claro y efectivo, a nivel estatal", señaló Aleixandre en la comisión. "Hay que saber --subrayó-- cuántos conductores toman cocaína. Ahora no lo sabemos porque no se hacen pruebas de manera normalizada". El ministro de Sanidad, Bernat Soria, mostró su preocupación por el cambio de consumo y "lo que puede significar". "Lo vamos a investigar".