Zumo de ciruela, miel, jarabe de arce y azúcar, mucho azúcar. Conscientes de que las leyes antitabaco están empezando a reducir el número de fumadores, las empresas tabacaleras han decidido endulzar los cigarrillos para enganchar al público más joven. La agregación de este tipo de productos consigue que el sabor de los pitillos sea más suave y no rasque tanto en la garganta. Eso sí, lo que parecen no tener en cuenta estas compañías es que el incremento de estos azúcares multiplica el riesgo de cáncer, según un estudio de la revista ´Food and Chemical Toxicology´. El informe añade que la incorporación de estas sustancias logra que el humo tenga un olor mucho más agradable, pero a la vez genera mucha más cantidad de acetaldehido, una sustancia que incrementa el efecto adictivo que tiene la nicotina.