La lotería de Navidad se adelantó en Guipúzcoa. Tres coches, un tráiler y un camión cargado con gas tóxico quedaron atrapados bajo varias toneladas de rocas que se desprendieron ayer por la mañana de una ladera de la autopista Bilbao-San Sebastián. A pesar de la gran cantidad de piedras caídas y su gran tamaño, no hubo ni siquiera heridos de consideración.

Los conductores que circulaban por esta saturada vía a la altura de la localidad de Deba lograron eludir la avalancha de rocas, aunque se vivieron escenas dramáticas cuando alguna persona quedó atrapada en su vehículo. El autopista no podrá reabrirse en ningún sentido al menos hasta mediodía de hoy.

El suceso tuvo lugar a la 7.50 horas y en apenas unos segundos una cascada de rocas cubrió tres de los cuatro carriles. El desprendimiento medía 40 metros de largo y en su punto más elevado alcanzaba los cuatro metros de altura. Nadie escuchó ningún aviso previo, pero los conductores tuvieron la habilidad para esquivar el peligro que les caía encima.

Uno de los turismos fue alcanzado lateralmente por las piedras y arrastrado hacia el carril de dirección contraria, hasta dejarlo volcado sobre el costado. El conductor y único pasajero, con la ayuda de otro automovilista, logró salir por la ventanilla sin lesiones. Un segundo vehículo frenó al ver caer las primeras piedras sobre la calzada y esa maniobra evitó que fuera aplastado por las rocas que golpearon la parte delantera del turismo, dejándolo empotrado en el alud, pero sin que el habitáculo se viera afectado.

Idéntica circunstancia permitió salvar la vida al conductor del camión cisterna, que frenó ante la presencia de las piedras que cayeron ante la cabeza tractora, pero sin que el vehículo volcara. Una furgoneta y un tráiler llegaron después, lo que les dio tiempo a esquivar las rocas.

PERROS DE RESCATE Algunos testigos indicaban a primera hora que podía haber un vehículo enterrado bajo el alud, por lo que se requirió la presencia de perros especializados en tareas de rescate. Los conductores afectados relataron que no circulaba en ese momento ningún otro vehículo que pudiera haber quedado sepultado. Una vez descartada la presencia de víctimas, cuatro máquinas excavadoras comenzaron a retirar parte del material que ocupa la autopista, que no volverá a abrir hasta hoy en ningún sentido.