Mediodía en el centro de Málaga. Una de las calles peatonales más comerciales y concurridas de la ciudad. De repente, un conductor kamikaze irrumpió en ella y arrolló todo lo que encontró a su paso. Cuando llegó al final, dio media vuelta y repitió el camino en sentido inverso hasta que un grupo de viandantes logró pararle. El trágico incidente se saldó con nueve peatones heridos, tres de ellos en estado grave y uno, crítico. El conductor, de 41 años, fue detenido y dio negativo en la prueba de alcohol. Todo apunta a que podría tener perturbadas las facultades mentales.

Sobre las doce del mediodía, la calle Marqués de Larios --muy cerca de la Catedral-- se hallaba repleta de gente que visitaba las tiendas y cafeterías. Entre ellos, un grupo de turistas europeos que desembarcaron de un crucero e iban a conocer la ciudad.

Un turismo negro de marca Rover accedió por una de las calles perpendiculares y recorrió los cerca de 500 metros de vía a toda velocidad hasta llegar a una plaza, también peatonal, donde giró y enfiló de nuevo la calle embistiendo a los peatones. "Nadie pensó que iba a volver", relataba un testigo. Una mujer explicaba que había oído gritos. "Cuando me volví, vi a la gente volando por los aires".

Algunos peatones fueron hacia el coche para intentar pararlo. No lo lograron hasta que se cruzó en su camino un camión municipal de la basura que pasaba por allí. El hombre, residente en Málaga tenía antecedentes por homicidio, informó la Policía.