La decisión del presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero y de la vicepresidenta, María Teresa Fernández de la Vega, de no asistir mañana a la misa que celebrará el Papa fue ayer muy criticada por las autoridades locales. La alcaldesa de Valencia, Rita Barberá, aseguró que será "la primera vez que un presidente del Gobierno de cualquier signo político" no esté en un acto religioso cuando su Santidad ha venido a España. El portavoz de la Generalitat, Vicente Rambla puso en duda la decisión anunciada por el Gobierno como "imposible".

De la Vega, aseguró ayer tras el Consejo de Ministros que el Ejecutivo estará "perfectamente representado" con el ministro de Asuntos Exteriores, Miguel Angel Moratinos, y el de Justicia, Juan Fernando López Aguilar.

Pese a todo, declaró que no hay "ningún problema" con el Vaticano, con quien el Gobierno mantiene unas relaciones "fluidas y cordiales".