El XIV Dalai Lama y Premio Nobel de la Paz afirmó hoy que si el Gobierno de Pekín otorga "una genuina autonomía" a la región del Tíbet regresarán a ese territorio la mayoría de los más de 100.000 exiliados. El Dalai Lama se negó a precisar cuáles serían las condiciones para su retorno al Tíbet, porque eso "no es lo más importante", e insistió en que el Gobierno chino debe respetar "la cultura y la religión" tibetanas.

El Premio Nobel de la Paz dijo que los chinos ya representan las dos terceras partes de la población de la capital del Tíbet y algunos capitalistas "impulsan la deforestación" de esa región, con el objetivo de "obtener riquezas". El Dalai Lama, Tenzin Gyatso, dijo que era necesario dar "pasos que conduzcan al desarme" y elogió la iniciativa en ese sentido del presidente costarricense, Óscar Arias.

En 1997, el Premio Nobel de la Paz 1987, Óscar Arias, hizo una propuesta para impulsar un Tratado Internacional que prohíba el Comercio de Armas, iniciativa que en octubre pasado acogió la Asamblea General de las Naciones Unidas, al conformar un grupo de trabajo sobre dicho asunto. En su segunda visita a Portugal, el Dalai Lama elogió esta iniciativa de Arias y puso a Costa Rica como ejemplo de un país que practica "el desarme interno".

El Dalai Lama señaló que el conflicto en Darfur se ha convertido "en una de las mayores tragedias de la humanidad" y es una prueba de las consecuencias de lo que consiguen "los mercaderes de las armas y de las guerras". Agregó que las Naciones Unidas deben adoptar medidas, pero que también "las organizaciones no gubernamentales y la comunidad internacional" están obligadas a ayudar para evitar tantas muertes por hambre en esa zona de África.

Gyatzo señaló que no estaba "disgustado" porque no fuese recibido por representantes gubernamentales durante su visita a Portugal, que calificó de "no política". "No quiero provocar problemas a los gobiernos, mi lucha es por lograr la armonía entre pueblos y religiones", dijo.

El Dalai Lama recordó el aniversario del atentado terrorista de Nueva York contra las Torres Gemelas y dijo que es "un craso error" condenar a todos los islamistas por esos hechos. "Hay malvados en todas las religiones y cerca de mil millones de personas practican la religión islámica", argumentó. Según el Dalai Lama, desde mediados de los años 50 hasta la década de los 60, cerca de medio millón de tibetanos murieron debido a operaciones militares del Ejército chino. Reconoció que debido al desarrollo de la economía china hay "mejoras" en el nivel de vida de los tibetanos, pero que su cultura y tradiciones no son respetadas por Pekín. Gyatzo señaló que los tibetanos exiliados no desean "regresar al viejo sistema, queremos que el Tíbet sea una región autónoma moderna, con desarrollo económico".