La Policía Nacional ha detenido en Madrid a 23 personas de varias nacionalidades como presuntos integrantes de una red dedicada a la falsificación de tarjetas, en lo que representa el mayor golpe policial realizado en toda Europa contra esta actividad fraudulenta.

Los detenidos, originarios de Singapur, Canadá, China, Malasia y España, realizaban falsificaciones integrales de tarjetas de crédito con una calidad "insuperable", según los investigadores. En la operación se han desmantelado cuatro talleres, donde se confeccionaban las tarjetas y documentaciones falsas.

Asimismo, se han practicado registros en 10 domicilios de Madrid y otro en la localidad de Majadahonda. La policía ha intervenido 1.482 tarjetas clonadas, 25.557 euros, 2.720 libras esterlinas, 370 dólares americanos, fichas de casino por importe de 8.900 euros y numerosos instrumentos para la confección de tarjetas.

Piratas informáticos de Rusia y Ucrania

La investigación se inició a primeros de año, cuando se detectaron conexiones entre una organización de falsificadores rumanos, ya desarticulada, y los ahora detenidos. Los dos grupos obtenían la información de las bandas magnéticas a través de piratas informáticos asentados en Rusia y Ucrania, que conseguían los datos de servidores de grandes compañías estadounidenses.

La banda estaba dirigida por individuos malayos y de Singapur, que realizaban falsificaciones integrales de tarjetas con una calidad "nunca vista hasta la fecha", según la policía. Posteriormente, grababan en la banda magnética los datos de ciudadanos o entidades de EEUU.

Los responsables de la red en España recibían de Malasia y Singapur el material más específico y difícil de conseguir, los hologramas de los medios de pago. Los jefes del grupo distribuían las tarjetas falsificadas entre ciudadanos de origen asiático --a los que se proporcionaba documentación falsa--, y españoles.

Compras de productos electrónicos y joyas

Estas personas eran las encargadas de realizar compras en centros comerciales de toda España, preferentemente productos electrónicos, perfumes y joyas, que, una vez adquiridos se vendían a precios muy inferiores a los de mercado, muchos de ellos en establecimientos de frutos secos y similares. El grupo reclamaba, incluso, la devolución del IVA en sus compras al tratarse de ciudadanos no residentes en la Unión Europea.

A los detenidos, que han sido puestos a disposición judicial, se les considera presuntos responsables de los delitos de asociación ilícita, falsificación de moneda, estafa, receptación, falsificación documental y contra la Hacienda Pública.