Grababan palizas a compañeros y luego se entretenían viéndolas. La Policía Nacional detuvo entre el miércoles y el jueves a cuatro menores de dos colegios de Valencia acusados de propinar palizas a otros dos alumnos.

Mientras varios de los detenidos golpeaban con puñetazos y patadas a su víctima, otro de ellos se dedicaba a registrar en vídeo las escenas. Esas son las imágenes que, en manos de la justicia, deben servir de prueba de cargo en este nuevo caso de acoso escolar, desvelado ayer.

En las secuencias incautadas, el agredido es humillado hasta el punto de pedir auxilio entre sollozos mientras se cubre el rostro con las manos, momento en que siguen golpeándolo. Las fuerzas de seguridad tuvieron conocimiento de las agresiones después de que la víctima, de 14 años, necesitara asistencia sanitaria en el servicio de urgencias de un hospital de Valencia. En ese momento descubrieron que los agresores eran compañeros de su propio centro educativo y de otro cercano, todos de la misma edad que el agredido. Entonces, el adolescente ya había dejado de asistir a clase por miedo, después de recibir hasta tres palizas en noviembre.