Como el resto de controles de los aeropuertos, la inspiración ha llegado de Estados Unidos. Allí se desarrolló la tecnología de los estripcontroles y desde junio estos aparatos se han instalado en una decena de aeropuertos, entre ellos los de Los Angeles, Nueva York, Phoenix, Detroit, Miami y Las Vegas. La Casa Blanca se escuda en que es voluntario y las imágenes no se almacenan. Asegura, además, que proyecta 10.000 veces menos energía que una llamada de teléfono móvil.

Los controles traen cola. La Asociación Europea de Aerolíneas ha solicitado a la UE que anule las restricciones al transporte de líquidos en el equipaje de mano.