Jueves, doce de la mañana. Elena López termina de pasar consulta en el centro de salud de Navalmoral. Pero su jornada laboral no acaba aquí. Ahora tiene que ponerse el calzado más cómodo y caminar los nueve kilómetros de ida y otros tantos de vuelta que separan esta localidad de Valdehúncar, otro municipio de Campo Arañuelo donde tiene asignado un número de pacientes que requieren su atención.

Elena lleva 14 años trabajando como médico de familia y desde hace cinco se instaló en Navalmoral. "Estudié la carrera en Badajoz y siempre me he sentido muy unida a la región y más a esta zona, donde estoy como en casa". Elena es de Segovia y una vez terminados sus estudios, se marchó a probar suerte a Madrid, donde consiguió ejercer como médico en varias áreas de salud de la comunidad. También tuvo contacto con la medicina en Jaraíz de la Vera durante dos años. Cuando se hizo con la plaza en el centro de salud moralo, tenía un añadido: todos los martes y jueves debería acudir a Valdehúncar para atender a los pacientes que acogía como anejo el médico que ocupaba con anterioridad su plaza.

Antes, Elena, acompañada del residente que tiene siempre en su consulta --"para poder transmitir su vocación"--, se desplazaba hasta esta localidad con su vehículo y el Servicio Extremeño de Salud (SES) abonaba el correspondiente plus de kilometraje. Pero, debido a la peligrosidad de la calzada y al estado en el que estaba quedando su automóvil, que ya ha sufrido algún percance, decidió ir caminando hasta su destino y reivindicar así que el SES le asigne un coche especial o, en su lugar, un seguro itinerario para que pueda llevar a cabo su labor sin correr ningún riesgo. "He consultado con sindicatos y abogados que han llevado casos similares y me han animado para que siga adelante con mi reivindicación".

Con una mochila a la espalda y el paso rápido, puso en marcha su idea hace ya más de un mes. "Los pacientes conocen mi forma de desplazamiento y no ponen pegas si algún día me retraso, incluso, en ocasiones, cuando me encuentran por el camino, me acercan hasta el pueblo, pero espero que esta situación cambie en un periodo corto de tiempo".

Elena, no se ha planteado dejar su trabajo porque confiesa, "me intereso por los problemas sociales y es lo que mejor sé hacer". Además, su vida gira en torno a una niña de siete años, a la que algún día intentará inculcarle su preocupación por los demás, y al deporte, pues esta médico de familia cuenta con el título de subcampeona de atletismo de Extremadura.

Tiene las ideas claras y sabe que no es la única que está en una situación parecida en la región, y lo único que la importa es que las condiciones laborales mejoren para que los profesionales "que vienen detrás" se encuentren el camino allanado.