TSti le dieran la posibilidad de espiar a alguien la utilizaría? Y de ser así, ¿a quién espiaría? Yo tengo en mente dos o tres personas a las que podría ojear, lo confieso. Y es posible que eso les pase a todos. Nos encanta espiar. Pero es normal, la culpa no es nuestra, la tiene Dios. Dios nos creó para tener alguien a quien espirar, para poder observarnos escondido, para entretenerse mientras desplegaba su gran ojo. Y nosotros le imitamos. Husmear es una forma de ser Dios. Por eso los políticos se espían, para, por ejemplo, allanar el camino que les lleve a mandar en una caja de ahorros. Porque mandar en una caja de ahorros, tal y como están las cosas, también es ser Dios. Y si uno termina siendo Dios se puede hartar de vigilar a los demás sin que le pongan problemas, que es el fin de todo. Todos somos espías en potencia, lo único que nos diferencia a unos de otros es la forma en la que nos acechamos. Se puede montar un dispositivo de vigilancia con fondos públicos, como Dios manda, o se puede ser algo más discretito y utilizar última tecnología, como los nuevos calzoncillos con GPS (900 euros la pieza, mucho más barato que contratar a antiguos policías y mantenerlos haciendo seguimientos) y que te permiten realizar un auténtico control de cojones al espiado. El caso es que si uno se pone a pensar la razón final por la que Dios nos espía termina descubriendo que es la misma por la que se vigilan en el Gobierno madrileño, por ganas de tocar las pelotas a los demás, o más bien agarrárselas fuerte, que en definitiva es la mejor forma de ser omnipotente. Y usted, ¿por qué motivo espiaría a los demás?