La embajadora de España en Camerún, María Jesús Alonso, viajó ayer hasta Chad para realizar gestiones en favor de los siete españoles detenidos por participar en una supuesta operación de tráfico ilegal de niños. La situación de los siete tripulantes del avión catalán y de los nueve franceses (tres de ellos periodistas) que están detenidos desde el jueves se tornó ayer preocupante después de que el Gobierno francés se mostrara convencido de que la operación era "completamente ilegal".

Así lo reconoció el embajador francés en Chad, Bruno Foucher, quien no cree en la inocencia de los responsables de la oenegé francesa Arca de Zoë que organizaron el traslado a su país de 103 niños procedentes de Chad y de Sudán. En cambio, el Gobierno español sigue pensando que los siete trabajadores de la compañía aérea catalana Girjet, contratada por la organización humanitaria francesa, están libres de toda culpa. Con este convencimiento se desplazó anoche a Chad la embajadora Alonso, quien se unirá al cónsul español en Camerún, Vicente Mas. Este llegó ayer a la localidad de Abéché con la intención de visitar a los españoles detenidos.

Los responsables de la oenegé francesa explicaron ayer que pretendían "salvar de la muerte a huérfanos" de la guerra que se libra en la región sudanesa de Darfur. Para las autoridades de Chad, lo que hay detrás de esta operación no es más que un caso de secuestro de niños para dárlos en adopción a ciudadanos franceses. Foucher dejó bien claro que el Gobierno francés cree más esta segunda hipótesis: "Los miembros que participaron en el conjunto de esta manipulación ilegal responderán de sus actos en Chad".

AVISO FRANCES La secretaria de Estado francesa para los Derechos Humanos, Rama Yade, dejó entrever que pudo haber sido Francia la que avisara a Chad de que se iba a producir la operación. "Alertamos a todos los que teníamos que alertar", afirmó. Yade desveló que en julio convocó al responsable de El Arca de Zoë y que este fue incapaz de dar explicaciones coherentes sobre el proyecto. "Se le desaconsejó claramente que siguiera adelante", explicó antes de calificar la actuación de la oenegé de "clandestina, ilegal e irresponsable".

En unas imágenes emitidas ayer por la televisión francesa, el presidente de Chad, Idriss Deby, aseguró mientras visitaba a los niños que, bajo la apariencia de operaciones humanitarias, hay personas que raptan a niños africanos para "entregarlos a pederastas en Europa, venderlos o matarlos".